domingo, 8 de mayo de 2005

El racismo y la xenofobia

Este último lunes ha sido asesinado, por razones de peso (acercarse a una fuente pública) un joven de 17 años, que atiende al nombre de Manuel.

Como cabía esperar, las manifestaciones han sido continuadas, pero, contra toda lógica, éstas han sido a favor del colectivo que ha asesinado al joven de 17 años.
Manuel, que así se llamaba, se acercó, con todo delito del mundo, a una fuente en la localidad de Villaverde, en Madrid. Visto el gran altercado que produjo, y ante sus muestras de xenofobia y racismo, con toda razón fue apuñalado por un ciudadano sudamericano. A fin de cuentas, el chaval se acercaba a una fuente de propiedad sudaka, algo intolerable en un español que ha pagado con sus impuesto dicha fuente.

Como era de esperar, las muestras de repulsa hacia el incidente no se han hecho esperar, ya que, desde el colectivo "Movimiento contra la intolerancia" se han lanzado, cual lanza sobre hiena, a defender al colectivo emigrante, que, analizados los hechos, no tiene nada que ver con el incidente.

La realidad que se nos oculta es otra: un chico de 17 años acude a una fuente en Villaverde, donde es asesinado por una banda de inmigrantes. A continuación, tras el entierro del pobre chico, se produce una reacción ciudadana contra los inmigrantes, cosa normal si se analizan los hechos, que finaliza con la rotura de dos lunas de un locutorio. Ésto último si que apareció en las noticias. El viernes 6 de mayo se realizó el funeral por la muerte del joven, lo que, alentado por varios grupos de ultraderecha y ultraizquierda (tan malos unos como otros, no nos equivoquemos), desembocó en la agresión de varios ciudadanos ecuatorianos.

¿que se desemboca de esta noticia? El más flipao de los lectores dirá: en España existe el racismo; pero, el lector mas docto en la materia sabrá que es lo mismo que aconteción en la ciudad almeriense de "El Ejido": "a una situación insostenible, la ciudadanía reacciona". Y esto es lo que ha ocurrido en Villaverde. Y todo esto se verá acelerado y aumentado por la política inmigratoria del gobierno ZP (papeles para todos).

Al final, y como dice un refrán de mi tierra: "De fora vindran, i de casa ens tiraran"; es decir: "de fuera vendrán, y de casa nos echarán"