sábado, 16 de abril de 2005

El final de los Museos

¡¡No!! Insisto: ¡¡No!!, ¡¡no estamos ni en 1934 ni en 1936!! ¡¡y tampoco tengo ganas de que se repitan esas dos situaciones!!

Increiblemente, este va a ser el tercer texto que escribo, de forma consecutiva, que va a girar en torno a la guerra civil, y esto es una malísima señal: Quiere decir que estamos recordando tiempos bárbaros del pasado y parece que con visos de repetición.

Hagamos un breve resumen: Lo primero aconteció durante la manifestación en favor de la AVT en Madrid, en la que el Señor Bono (como acudía como habitante y no como ministro, le otorgo, momentaneamente, el calificativo de señor, aunque luego veremos que en realidad acudía como ministro) fue agredido por golpes de aire impulsados por las gargantas de las 50 personas que rodeaban al ministro. Rápidamente, el fotografo del ministerio de defensa tomó algunas instantaneas de las "agresiones" al Ministro Bono (nótese que ya ha cambiado la situación) en las que, entre las decenas de personas se podía observar a dos militantes del PP, que, por razones que aún escapan al entendimiento del público en general, fueron detenidas por orden del Delegado del Gobierno de Madrid a la orden de "quiero detenidos y los quiero ya". A esto el Ministro lo calificó de acto que solo acontecía en la dictadura, refiriéndose a su "agresión", cuando, en realidad, el acto dictatorial aconteció por las detenciones infundadas... Fechas posteriores, se realizó un acto de homenaje a... Lluís Companys "el matafrailes de Montjuïc" al que acudió la cuoto-vice-presidenta De la Vogue; poco después se realizó un homenaje, aún mas multitudinario y con mayor asistencia de autoridades, a Santiago Carrillo "el genocida de Paracuellos", en la que Peces Barba, el Alto Comisionado para Algunas de las Víctimas del Terrorismo como ha bautizado genialmente Alfonso Ussía, nos indicó que en la cena-homenaje estaban "los buenos y los menos buenos, pero que no estaban los malos"; huelga decir que quienes no estaban eran los del PP. Tras la cena, acudieron todos a ver el regalito a Carrillo: la "descabalgadura" simbólica de Franco de lomos de su caballo de bronce, sito en Nuevos Ministerios. Y, como no hay dos sin tres -o mejor dicho, doscientos sin doscientos uno- ayer, día 15 de Abril de 2005 se aprobó la devolución de parte del Archivo General de la Guerra Civil a Cataluña por decretazo gubernamental, atendiendo a las argumentaciones impresionantemente sostenidas por Carmen Calvo (la de Cabra): "hay una carta de un hombre a su novia en la que le dice que es comunista y por eso lo fusilaron" (perdonad, pero estoy llorando de la emoción... :'( snif)¡¡Pero será gilipoyas la ministra de kultura y del IVA!! ¿como que la cartita de amor? ¿a cual se refiere, a las que enviaba Pedro Muñoz-Seca cuando sabía que iba a ser fusilado en Paracuellos? Y claro, no contentos con desmontar una parte del Archivo, brillantemente creado por Franco para tener todos los documentos de la Guerra en un sólo lugar, van y deciden que también permitiran la devolución de documentos que solicite cualquier persona... Y esto va a crear un precedente que os voy a explicar ahora mismo:

Si un Archivo Histórico puede ser desmantelado atendiendo a razones que alcanzan pocos elegidos en el mundo intelectual (la UNESCO indicó la necesidad de mantener este archivo todo conjunto en 1995), ¿que ley impide que una Comunidad Autónoma requiera a cualquier museo que se encuentre fuera de la autonomía la devolución de todas las obras y objetos que pertenecen a la comunidad? Ninguna, y menos ahora que ya existe un precedente. Yo, como valenciano, solicito que todas las obras de Blasco Ibáñez y de Sorolla vuelvan a casa, al igual que los Castellano-leoneses pueden pedir que el museo de la hispanidad que hay abierto en Cataluña con gran cantidad de obras de esa comunidad sean retornadas, y que Aragón solicite la devolución de los archivos que existen en el Archivo General de la Corona de Aragón sito en Cataluña... y así miles de ejemplos más. Es decir, con la permisividad de los sociatas con los nacionalistas catalanes, se pueden dar el pistoletazo de salidad a la desmantelación de los cientos y cientos de museos y archivos que existen por toda la geografía española.

Y no me cansaré de recordar las palabras de Jesús Qaldera (salmantino, para más señas) allá por 2001 en las que decía que "si se quieren llevar los papeles de Salamanca, lo harán por encima de mi cadaver" o las mismas palabras expresadas por el alcalde socialista de Salamanca en 1995, expresadas en medio de una de las mayores manifestaciones acontecidas en Salamanca en toda su historia, con pancartas tales como "Belloch canalla, los papeles son de Salamanca" etc...

En fin, que voy a salir al final docto en historia de la Segunda República y de la Guerra Civil (aunque vengan a ser lo mismo) gracias a ZP y Cía