Doble filo

Rajoy, por fin, ha hecho algo bien: Gallardón no irá en sus listas. El chupóptero de la capital, el hombre de Polanko y del ABC, se ha comido dos mierdas. Y me alegro.

Lo malo de esta decisión es, como no podía ser, la mierda de periodismo retroprogre que tenemos en España. Desde que salió la noticia, no hago más que ver informaciones y editoriales y... en las que nadie entiende el motivo de esta decisión, valiente y acertada, de Rajoy.

Como no podía ser de otro modo, lo primero que hacen es atacar a Esperanza Aguirre: "se impone el ala dura del PP", "la derecha rancia", etc...
Luego, toca a Aznar: "el aznarismo sigue en marcha", "primero a Pizarro y luego echan a Gallardón", etc...
Entre medias, como todos esperábamos, Federico Jiménez Losantos, que nada pinta en el PP (ojalá pintase algo e hicieran en ese partido maricomplejín algo de lo que dice el turolense).
Ahora hablan de que hay otros alcaldes que son cabeza de lista por su provincia...

Así que llevamos dos días dale que te pego con la tontería de Gallardón, sin hacer mención a la mierda de reunión de la Alianza de Civilizaciones de ZP, a la que, como no podía ser menos, ha asistido Erdogan el kurdicida.

Si lo hubiera elegido para número dos de su lista, habría pasado más o menos lo mismo, y el liderazgo de Rajoy se habría tambaleado:

"Rajoy se doblega ante las exigencias de Gallardón" habría sido el principal de los titulares.

Lo que ha hecho Rajoy ha sido un golpe de autoridad en la mesa del PP. Mientras el mande, ser hará lo que él quiera. Y si hay alguno a quien no le gusta, se puede ir (esto va por Gallardón, que quiere "meditar" después del 9-M).
Lo que no puede ser es que un tipo se crea el centro de la creación y que todos deben actuar en su beneficio.

Haciendo un símil futbolístico: ¿apoyaría alguno de mis lectores madridistas a un presidente del Madrid del que hablase bien el Sport o El Mundo Deportivo? Pues, de Gallardón, en El País se habla muy bien